martes, 1 de febrero de 2011

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Me siento atrofiado para escribir. Nunca lo he hecho bien, pero al menos un tiempo fluía esa prosa a tropezones. Hoy las ideas se han ido. En diciembre, urgido por aprobar un curso escribí una monografía que linda con la mediocridad. No he podido escribir más. A pesar de tener un caos de ideas y proyectos inconclusos que retomé sobre la marcha (la aplicación, la terapia) no he podido escribir sobre ellos. No puedo articulas historias tan simples como los sueños de todas la noches vienen a perturbarme y a hacerme sentir vivo (en las últimas semanas he soñado que mi mamá se moría dos veces). No puedo escribir acerca de las películas que he visto (algunas muy bacanes como XXY o Spider). Y mucho menos puedo escribir crítica o investigación. Por eso un primer paso es llevar a la escritura esta incapacidad, este silencio involuntario o quizá voluntario en algún punto de mi cabeza.

1 comentario:

Ligia Namuche dijo...

corrígete, tienes errores de velocidad y desgano. Corrígete, disfruta leyéndote y empezarás a sentirte mejor. Luego hablamos de nuestra página de películas, que pretendo obligarte a llevar en cuanto toque suelo austriaco. Besos.